DÍA DEL PADRE 2021. LAS NUEVAS PATERNIDADES.

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Por: Psic. Angélica Ramírez Ángeles

El Día del Padre tiene su origen (1924) en los Estados Unidos, país donde fue formalizada la celebración para cada tercer domingo de junio en 1966. México adoptó la festividad en 1972.

La paternidad en la especie humana ha transitado por diferentes situaciones, pues en las primeras agrupaciones los grupos familiares giraban en torno a la figura materna.

Dada la práctica poligámica (un macho hombre podía aparearse con varias hembras hombre) y poliandríaca (una mujer podía aparearse con varios hombres), no había certeza sobre quién de las parejas hombre de la nueva madre sería el padre de la cría.

Se consideraba que la relación madre-cría asegura el parentesco sanguíneo -y en muchos casos las sociedades modernas aún lo estiman así.

Ya lo reza el dicho popular mexicano: “Hijo de mi hija, mi nieto; hijo de mi hijo, quién sabe”, que no es otra cosa que una reminiscencia de aquella forma de ejercer maternidad y paternidad.

Como sea, el Día del Padre es una fecha hermosa para pensar y reconstruir todas las formas, antiguas y nuevas de paternidad que son la esperanza para nuestra sociedad.

La paternidad ha tenido transformaciones a lo largo del tiempo. En nuestro tiempo, estamos pasando del padre ausente y autoritario que se limita a traer dinero a casa, al modelo de padre presente y cuidador que prioriza el vínculo y donde la paternidad ya no es un poder si no una relación.

Si hablamos de los padres del ayer, se concebían como una figura todopoderosa, y además muy impositiva, que muchas veces lograba mantener su autoridad a través del miedo por el castigo.

Sin embargo, esta imagen ha ido cambiando con el tiempo, dando lugar a una generación nueva de padres más involucrados en temas afectivos, más cercanos emocionalmente a sus hijos.

De estos cambios, resalta que las nuevas paternidades si pueden establecer límites y mantener la autoridad a través del afecto. 

Actualmente las mujeres salen al mundo laboral, con la situación de dejar “abandonados” a sus hijos al cuidado de otra persona y al mismo tiempo la necesidad de crecer en lo personal o profesional y hasta la necesidad de sustento económico para la familia, dilema que ha llevado a padres jóvenes con mentalidad diferente a acercarse más a sus hijos.

Las paternidades de hoy son igualitarias/participativas, trabajan por superar el rol de padre tradicional y revertir viejos conceptos sobre la paternidad.

Hoy en día encontramos papás solteros, o padres que están en casa al cuidado de sus hijos, y es que en verdad actualmente hay más hombres peleando por guardas y custodias, más involucrados en los quehaceres de la casa y en lo propio de la cotidianidad sobre la crianza de niños y niñas felices.

Con tener un hijo literalmente no te conviertes en padre, eres padre cuando permaneces cerca, convives, cuidas, luchas, das tiempo de calidad y estas atento a la crianza de tu hijo.

Convertirse en padre lleva a un hombre a ver y vivir la realidad de diferente manera, constituye una experiencia de las más significativas e impactantes.

Se había documentado cómo la maternidad cambia la vida de las mujeres, ahora también es importante decir lo que sucede en la vida de los varones: la llegada de un hijo o hija modifica no sólo las actividades sino la vida completa.

El padre es y será una figura de apoyo y seguridad absoluta para el niño.

De a poco, muchos varones comienzan a reclamar mayor participación en la crianza de sus hijos, para bien de la familia, estén o no los padres viviendo bajo un mismo techo.

Cabe recalcar que un padre de esta generación puede seguir existiendo a pesar que se dé un divorcio, porque ha creado un vínculo directo y fuerte con sus hijos a través de su función ejercida.

Nuevos ideales de paternidad que se dirigen a la igualdad de derechos y deberes entre mujeres y varones.

Con estos nuevos padres se abre un camino de esperanzas sobre este rol, un papá siempre será muy importante en el crecimiento de un niño, aunque exista gente que pone en duda que un padre llegue a ser un buen cuidador igualitario y participativo.

Aunque cabe comentar que para serlo se requiere un arduo trabajo de superación de obstáculos y resistencias personales y culturales sobre la evolución social de la función paternal a la decisión de cada hombre de afrontar tales desafíos.

El desafío de los padres hoy en día es poder aportar también en otro sentido, y convertirse, junto a la madre, en proveedores afectivos para sus hijos.

Realmente lo importante es homenajear a nuestros padres, decirles cuánto los queremos y lo importantes que son para la crianza de los hijos. Y lo ideal sería hacer extensivo este día a todos los días del año.

¡Feliz Día del Padre!