Quetzalcóatl: Dios, hombre, mito o leyenda.

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Mtro. Luis Manuel Gamboa Cabezas. CONACULTA-INAH

La historia de los pueblos toltecas y mexicas antes de la llegada de los españoles para 1519, no puede comprenderse sin la presencia de Quetzalcóatl.

A través del tiempo, las tradiciones orales, fuentes escritas y evidencias arqueológicas han demostrado una serie de datos que se han interpretado de diversas formas.

Se resalta la espiritualidad, símbolo omnipresente en diversos centros ceremoniales, insertado dentro de la cosmovisión del pensamiento religioso y mágico de los pueblos prehispánicos.

Se ha publicado tanto sobre Quetzalcóatl, que en ocasiones se confunde entre lo que fue el dios y el hombre; además de donde nace el mito y la leyenda.

Se ha asociado con la serpiente emplumada, que ha sido mal interpretada.

Este símbolo, de Quetzalcóatl, se presenta en diversas partes de los pueblos prehispánicos, convirtiéndose en un icono que depende de su contexto, podría representar un símbolo de poder o de una comunión de la espiritualidad entre el cielo y la tierra.

La representación de la serpiente emplumada es precisamente esta advocación de espiritualidad, donde la serpiente representa la tierra y su fusión con elementos de ave se ascensión al cielo.

Es una representación de transición que, desde épocas tempranas como Teotihuacan, se encuentra manifestado en múltiples elementos arquitectónicos, cerámicas y esculturas. 

En el caso particular de Teotihuacan, representa un símbolo de poder, ya que la ciudad estaba dividida en cuatro sectores donde el gobernante se consideraba como un ser divino, que al personificarlo en pinturas se le agregaba el símbolo de poder para identificarlo.

La idea de símbolo de poder se difundió a otras ciudades prehispánicas, específicamente en Xochicalco, Morelos.

Los gobernantes retomaron el símbolo de Quetzalcóatl, convirtiéndolo en algo más espiritual, ya que se asocia al conocimiento. 

El símbolo de poder de Quetzalcóatl, continuó a través del tiempo hasta la llegada de los españoles, a quienes tenían cualidades como un elevado intelecto, se les asignaba el título de Quetzalcóatl.

Los sacerdotes mexicas que estaban cercanos al Huey Tlatoani (gobernante) se les llamaban según la deidad que regían y el termino Quetzalcóatl; de esta forma tendríamos al sacerdote Tlaloc Quetzalcóatl.

En el caso de Ce Acatl Topiltizin, las fuentes de su nacimiento han interpretado que fue en el año 1 Acatl (947) en Amatlán, Morelos.

Es aquí donde hay leyendas de su nacimiento, educación, conquistas y del cómo se le otorga a la muerte de su padre el título de Quetzalcóatl.

Las historias de las fuentes refieren que este personaje debió ser un sabio y con muchos conocimientos, lo que le permitió adquirir el título. 

El hombre histórico de Quetzalcóatl es mencionado como llega en el año 12 Acatl (971) al Estado de Hidalgo, Huapalcalco.

Fue nombrado como rey tolteca el 3 Acatl (975), motivado para que gobernara la gran Tollan Xicocotitlan

Como hombre fue tentado para emborracharse y abandonar la ciudad en el año uno Acatl (999), comenzado una peregrinación para redimirse viajando hacia la salida del Sol.

La idea de Quetzalcóatl, como deidad, es manifestada en las fuentes históricas donde tiene su opuesto que es Tezcatlipoca.

El principal Templo de Quetzalcóatl se encobraba en Cholula, Puebla. La cosmovisión prehispánica dice que es uno de los hijos del creador Ometeotl (Dios dual).

Los mexicas eran monoteístas que solo creían en Huitzilopochtli, dios de la guerra, pero cuando se consolidan como un estado insertado dentro de una alianza con otros pueblos contemporáneos como los tepanecas y texcocanos, generan todo un discurso de la genealogía de los dioses, entre estos Quetzalcóatl. 

La deidad pudo robarse los granos del maíz para dar de comer al hombre y se asocia astronómicamente con Venus, es un planeta que en época prehispánica se creía era una estrella, que en ciertos periodos aparece por la mañana.

Hoy los pueblos náhuatl usan la tradición oral, como la verdad que contradice las fuentes y evidencias arqueológicas.

Su transmisión a través del tiempo ha sufrido alteraciones e interpretación que buscan preservar un culto de los antepasados que está mezclado con ideas prehispánicas y de influencia española.

Un ejemplo es de grupos originarios que dedican un culto a un santo, siendo fervorosos, que dirigen una ceremonia donde su conocimiento transmitido de generación en generación, se vuelve esotérico y cargado de un sincretismo.

Es muy común que estos grupos originarios llegan vestidos como guerreros mexicas, danzando, hablando en náhuatl y agradeciendo a los dioses prehispánicos; pero en su portaestandarte se encuentra el santo de su localidad que veneran y respetan en su comunidad.

En estos grupos el más anciano, que es respetado y considerado el portador del conocimiento, vuelve a llevar el título de Quetzalcóatl.

Su posición le permite dirigir las danzas, los nacimientos, los casamientos, la ascensión al poder de sus miembros y el de poder tener incluso varias mujeres.

De esta forma, en los pueblos actuales de México, también el símbolo de Quetzalcóatl, es usado de nuevo como símbolo de poder, en donde los sanadores o curanderos tradicionales de origen náhuatl, se les agrega el título Quetzalcóatl a su nombre.

Es por esto que cuando toquemos el término de Quetzalcóatl, en la cosmovisión prehispánica de los mexicas, ya no debemos de confundir el término como símbolo de poder, del hombre histórico o como deidad.

El término de Quetzalcóatl ahora puede ser adjudicado a las sacerdotisas que dirigen grupos de la mexicanidad, debido a su conocimiento.

Los chamanes o curanderos que llegan a los centros ceremoniales prehispánicos pueden llevar el título de Quetzalcóatl.