CINCO PENDIENTES EN ABRIL

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Entrada ya la primavera, llega abril de 2019.

Para el Estado de Hidalgo, hasta antes del arranque del actual gobierno estatal, que inició sus funciones un día 4 de septiembre, el día uno de abril representó una fecha crucial.

En otros tiempos, era el uno de abril cuando los gobernadores rendían sus informes de trabajo ante un congreso formado por incondicionales y aplaudidores.

Hoy, el Congreso -en medio de una serie de tropiezos y cuestionamientos- por primera vez en la historia está conformado mayoritariamente por legisladores de un partido diferente al del ejecutivo del estado.

El día 1 de abril para Hidalgo era la fecha en que, dentro de las cuentas casi siempre alegres que mostraban a la población los mandatarios también se hacían en el gabinete ajustes para mejorar el desempeño de los servidores públicos del más alto nivel.

Cambios, relevos, enroques, que iban mostrando la mano del mandatario en turno y que, pasada la mitad del sexenio, iban dando señales de por donde podrían soplar los vientos de la sucesión gubernamental.

Hoy, aunque la apuesta parece enfocada hacia una sola figura dentro del llamado círculo rojo de la administración hidalguense, es en los municipios es donde se han comenzado a calentar los ánimos políticos y partidarios.

Para unos es demasiado pronto, si se piensa que será hasta septiembre de 2020 cuando se entreguen las 84 estafetas en las municipalidades de Hidalgo, si otra cosa no sucede.

Pero para otros, para muchos otros, este es precisamente el tiempo en que deben irse buscando nombres, perfiles, trayectorias, aspiraciones, de los ciudadanos cuyos nombres podrían aparecer en las boletas electorales de ese año, que ya no parece tan lejano.

En el siguiente proceso, podrían participar al menos once partidos políticos que deberán presentar a la autoridad electoral planillas completas de candidatos, considerando entre otros factores el de la paridad de género. Un tema por demás complejo, pues a pesar de que las mujeres suman casi un millón en Hidalgo, han escaseado en la sociedad y en los partidos políticos figuras con la suficiente solidez para contender en un nuevo proceso electoral.

 

Las mujeres que surgieron del Efecto Peje están hoy encumbradas, unas cuantas buscarán postularse a las alcaldías y apenas en muy contados casos podrían optar por la reelección, que es otra papa caliente con la que la población y las instituciones estatales tendrán que lidiar en los inminentes tiempos de la política.

 

En la región de Tula-Tepeji, donde se despertó el Hidalgo bronco que no habíamos visto y que ya está incidiendo en las opiniones de las personas, de los grupos sociales y de las organizaciones, de cara al desempeño de las autoridades locales en al menos una veintena de municipios en la zona.

Particularmente en las cabeceras de Tula y Tepeji del Río, donde el desempeño gubernamental ha sido en promedio satisfactorio, las estructuras administrativas -en su natural desenvolvimiento- demandan un reacomodo importante, no un maquillaje en los nombramientos y en los enroques.

En la Ciudad de los Atlantes, el cuerpo colegiado de la Asamblea Municipal acusa graves enfrentamientos internos entre fuerzas políticas y los aliados del presidente apenas alcanzan a cubrir el perfil de figuras decorativas.

De esta manera, para los más de 250 mil habitantes de la región sur de la entidad, al llegar el otrora mágico 1 de abril, y al cumplirse el día 4 dos años y siete meses de gestión gubernamental, es urgente dar respuestas contantes y sonantes para los cinco grandes pendientes:

  1. La seguridad sigue siendo el mayor desafío para todos, y aunque la población común se suma al esfuerzo de sus autoridades, el nivel de desconfianza frente a los cuerpos de seguridad es muy elevado, casi tanto como los riesgos.
  2. En materia de empleo, hemos entrado en un nivel crítico de ansiedad social por la falta de oportunidades, en especial para quienes han terminado alguna carrera profesional y apenas pueden competir por los bajos salarios que perciben los trabajadores manufactureros.
  3. La salud de la población, casa por casa, mantiene las puertas entreabiertas a enfermedades mortales, el cáncer y la diabetes siguen cobrando víctimas.
  4. Empresas de todos tamaños se disputan un mercado local en el que los chicos no pueden competir con los grandes y ha derivado en el deprimente espectáculo de las cortinas cerradas, por lo que es necesario un replanteamiento en la política regional de desarrollo económico.
  5. La transparencia, la justicia y la rendición de cuentas permanecerán como los “negritos en el arroz” mientras, por lo menos en Tula, no se sepan los resultados finales en las cuentas de la pasada administración que, a juicio de muchos, podría representar puntos a favor del régimen… o una adelantada sepultura.

Así las cosas, no vayamos a decir el Día del Niño, como lo dice Joaquín Sabina: “¿Quién me ha robado el mes de abril?”.