Crisis, planes y acciones para la problemática ambiental en la región de Tula

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La región de Tula de Allende, Hidalgo, es una zona altamente industrializada, pero este desarrollo ha generado un alto costo ambiental y social, especialmente para los habitantes de Tula y 10 municipios aledaños. La falta de regulación ambiental y políticas de mitigación eficaces han ido intensificando los problemas como la contaminación industrial, las descargas de aguas residuales y el uso excesivo de recursos naturales, convirtiendo a Tula en una de las ciudades más contaminadas de México.

La industria cementera en Tula se consolidó desde mediados del siglo XX gracias a la abundancia de piedra caliza. Empresas como CEMEX, Holcim y Cruz Azul establecieron plantas en la región, pero estas han sido señaladas por emitir contaminantes como dióxido de carbono, óxido de nitrógeno y partículas suspendidas, que impactan el cambio climático y deterioran la calidad del aire. Esto ha provocado un aumento de enfermedades respiratorias y oculares en las comunidades cercanas, además de afectaciones al suelo y al agua debido al vertido de residuos industriales y al uso intensivo de recursos hídricos.

La Presa Endhó, construida en los años 70 como parte del sistema de drenaje profundo de la Ciudad de México, recibe aguas residuales del Valle de México. Originalmente diseñada como un cuerpo de almacenamiento, ahora es un foco de contaminación por descargas no tratadas y desechos domésticos e industriales con altos niveles de metales pesados y materia orgánica. Esto representa riesgos sanitarios para las comunidades que usan el agua para riego, con posibles contaminantes en los cultivos, además del deterioro de los ecosistemas acuáticos de la presa.

El Río Tula, históricamente vital para la agricultura y las comunidades locales, ha sido contaminado desde el siglo XX por aguas residuales de la Ciudad de México y descargas industriales de la región. Esto ha degradado la calidad del agua con altos niveles de coliformes fecales, metales pesados y contaminantes químicos. Además, la falta de mantenimiento y los asentamientos irregulares han incrementado los riesgos de inundaciones contaminadas, como la de septiembre de 2021, afectando gravemente a las especies locales.

Inaugurada en 1976, la Refinería Miguel Hidalgo de PEMEX es una de las principales fuentes de contaminación en la región debido a la quema de combustóleo y gas natural, que emite dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas suspendidas. Además, los derrames de petróleo y residuos peligrosos han contaminado suelos y cuerpos de agua cercanos, afectando la salud de los habitantes, con problemas respiratorios y cardiovasculares asociados a las emisiones de la refinería.

La Central Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, operada por la CFE, es una de las mayores generadoras de electricidad en México, pero ha sido criticada desde los años 70 en su apertura, por su uso de combustóleo, que genera altas emisiones contaminantes. Además, consume grandes volúmenes de agua del Río Tula y otros cuerpos, afectando su disponibilidad para uso humano y agrícola, y ha empeorado la calidad del aire en la región, contribuyendo a problemas de salud pública.

Evolución de la crisis

La crisis ambiental en Tula de Allende, causada por la falta de regulación, el crecimiento industrial descontrolado y el mal manejo de recursos naturales, ha provocado contaminación del agua, aire y suelo, aumentando enfermedades graves. Esto resalta la urgencia de políticas ambientales y de salud pública estrictas para proteger a las generaciones actuales y futuras. Sin una intervención integral, estos problemas seguirán afectando gravemente a las generaciones presentes y futuras.

Desde la década de 1970, la Presa Endhó y el Río Tula reciben aguas residuales de la Ciudad de México, incluyendo descargas no tratadas con metales pesados y químicos tóxicos. Entre 1990 y 2000, la contaminación se agravó por las descargas industriales de la Refinería Miguel Hidalgo, la Termoeléctrica de Tula y las cementeras. Las comunidades rurales utilizan estas aguas para riego, contaminando cultivos con sustancias peligrosas y afectando la salud con enfermedades gastrointestinales, infecciones de piel y hepáticas, además de un aumento en casos de cáncer gástrico y hepático por exposición prolongada a metales pesados.

La operación de la Refinería Miguel Hidalgo y la Termoeléctrica de Tula, junto con el crecimiento de las cementeras desde 1990, intensificó la quema de combustóleo y combustibles fósiles, generando dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono. Esto posicionó a la región como una de las más contaminadas de México, agravada por eventos climáticos como inversiones térmicas. La contaminación ha provocado un aumento de enfermedades respiratorias crónicas, como asma y bronquitis, especialmente en niños y adultos mayores, así como enfermedades cardiovasculares y casos de cáncer pulmonar asociados a la exposición prolongada a partículas finas y contaminantes atmosféricos.

Desde 1980 se documentaron las primeras asociaciones entre contaminación ambiental y enfermedades crónicas, identificando a las industrias locales como fuentes de sustancias tóxicas. A partir del 2000, la exposición crónica a contaminantes en agua, aire y alimentos ha incrementado las enfermedades graves como cáncer pulmonar, gástrico y hepático, así como insuficiencia renal, esta última siendo una de las principales causas de muerte, especialmente entre agricultores que usan aguas contaminadas. La incidencia de cáncer en la región supera los promedios nacionales, afectando a comunidades cercanas a la Refinería y la Termoeléctrica, generando altos costos económicos y sociales por la atención médica insuficiente y el deterioro de la calidad de vida.

Planes y acciones

Después de tantos años en los que los habitantes de Tula han tenido que aprender a vivir con todos los problemas ambientales, al grado de normalizarlos en su vida diaria, los gobiernos municipal, estatal y federal han delineado planes y acciones para mitigar estos problemas a partir de 2025, pues la Presidenta de la República ha puesto especial atención en este punto del país para materializar grandes proyectos en pro del medio ambiente y la salud de las personas que radican en la zona.

1. Plan Hídrico Regional y Restauración Ecológica de la Presa Endhó

En septiembre de 2024, se anunció el inicio de un Plan Hídrico Regional enfocado en la restauración ecológica de la Presa Endhó y sus alrededores.

Las acciones contempladas incluyen:

  • Implementar medidas para disminuir las descargas de aguas residuales provenientes del drenaje de la Zona Metropolitana del Valle de México.
  • Establecer programas de monitoreo en ríos y aguas subterráneas para evaluar y controlar la contaminación.
  • Optimizar la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Atotonilco, incluyendo el control de emisiones atmosféricas y la gestión adecuada de lodos.
  • Emplear sistemas de monitoreo de extracción de agua y promover la tecnificación del riego para un uso más eficiente y sostenible del recurso hídrico.

2. Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático de Hidalgo

Este Programa establece estrategias para mitigar emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático.

Las líneas de acción incluyen:

  • Promover la eficiencia energética y el uso de fuentes renovables para reducir las emisiones contaminantes.
  • Fomentar prácticas industriales limpias y tecnologías menos contaminantes.
  • Desarrollar una gestión integral de residuos sólidos que contemple todo el ciclo de vida, desde la generación hasta la disposición final, minimizando su impacto ambiental.

3. Plan Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial

El municipio de Tula de Allende ha elaborado un Plan Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial que incluye acciones para mejorar la calidad ambiental:

  • Ofrecer incentivos a las empresas que implementen medidas para reducir contaminantes en aire, agua y suelo.
  • Habilitar plantas metropolitanas para el manejo adecuado de residuos sólidos, promoviendo su reciclaje y disposición correcta.

4. Proyecto de economía circular

La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado un ambicioso proyecto de economía circular para Tula de Allende, Hidalgo, con el objetivo de transformar la ciudad más contaminada de México en la más limpia.

Las acciones clave del proyecto incluyen:

  • Construcción de un centro para el tratamiento de residuos, generación de energía y reciclaje de productos, aprovechando los desechos para reducir la contaminación y generar empleos.
  • Contar con instalaciones donde los residuos serán clasificados para su adecuado procesamiento.
  • Desarrollo de tecnología para transformar desechos orgánicos en carbón vegetal y fertilizantes, promoviendo su reutilización en la agricultura y otros sectores.
  • Iniciativas para limpiar y restaurar el río, mejorando la calidad del agua y el entorno natural de la región.
  • Transformación de la planta de combustóleo a ciclo combinado para disminuir las emisiones contaminantes.
  • Implementación de una coquizadora en la refinería local para optimizar procesos y reducir la contaminación.

Las autoridades en los distintos niveles de gobierno han reconocido la gravedad de los problemas ambientales en la región de Tula y han establecido planes específicos para abordarlos a partir de 2025. La implementación efectiva de estas acciones será crucial para lograr una mejora significativa en la calidad del aire, agua y suelo, y para garantizar un entorno más saludable para las comunidades locales.