ES POSIBLE UN AMOR SANO QUE TE ACOMPAÑE EN EL VIAJE DE LA VIDA

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Por: Psic. Angélica Ramírez Ángeles

Sabemos que no queremos un amor cualquiera y que en este arte del querer hay que tener cabeza para no nutrirnos solo de decepciones.

Todos ansiamos de algún modo un amor verdadero. Nos pasamos gran parte de nuestra vida deseando que aparezca alguien que nos haga sentir aquella hermosa sensación y que tantas veces hemos anhelado, un amor bueno.

Por curioso que resulte, los terapeutas de pareja nos encontramos muy a menudo con este mismo dilema: el tener que explicar a nuestros pacientes qué es eso a lo que llamamos “amor verdadero”.

Bueno, antes de que sigan con la lectura de este artículo tengo que destacar que el amor verdadero es el que tú te das a ti mismo o a ti misma, si no nos sabemos amar a nosotros/as no sabremos amar a otras personas. No pidas amor y date amor.

La mejor forma de encontrar a alguien que complete tu vida es queriéndote a ti primero, de ese modo es más difícil caer en relaciones tóxicas. Cuando uno se sabe amar, uno conoce los requisitos de un amor sano.

Debes saber que para establecer una relación sexo-afectiva duradera, es muy importante que tú tengas claro cuáles son tus prioridades, cuáles son los pilares fundamentales en tu vida, qué características buscas en tu pareja, cuáles son tus límites… En definitiva, conocerte a ti mismo o a ti misma para, de ese modo, poder transmitir a la otra persona qué es lo que tú quieres.

Para que una persona te acompañe en el viaje de la vida debes notar en ella principalmente sinceridad, esta persona debe transmitirte una sensación de confianza cuando te explica algo y ello se consigue a través de una congruencia en la persona sobre lo que te dice, hace y piensa.

También cuando esa persona te ama realmente te impulsa y apoya en tus planes, te da su opinión, pero no te frena para volar alto; al contrario, está a tu lado para ayudarte a volar y a crecer como persona. Todo lo opuesto, es un amor malo o pobre.

El amor sano es la meta de las parejas felices. Los enamorados que de verdad se quieren desde el respeto, afrontan los desafíos del vivir con una perspectiva constructiva.

Uno de los principales valores éticos del amor es recordar que amar a una persona no significa instrumentalizarla, puesto que el amor no es pertenencia.

Una de las principales cualidades de las parejas que se aman sanamente es que luchan por sus metas de vida a nivel individual sin que la idea de estar en pareja sea un freno de la libertad bien entendida.

En tu relación de pareja, debes recordar cuáles son tus derechos y deberes libremente asumidos. Pero, también, establecer pactos de amor que sean una plataforma de bien común.

Deben existir equilibrios entre derechos y deberes, debe recordarte que no solo tienes que respetar el espacio de tu pareja, sino que también debes defender tu propio ámbito personal, aprender cómo construir el amor sano en la pareja es, entonces, parte de la clave del éxito en el amor.

Por eso la pareja que escojas deberá tener aquellas cualidades que a ti te falten, si los dos están comprometidos a ayudarse uno al otro a crecer, asumirán los periodos difíciles de la relación como oportunidades de crecimiento.

No solo se trata de amar por la vista, porque eso es solo atracción que con el tiempo pasa; pero cuando aprendes a querer los defectos y a apoyarse mutuamente para ser mejor persona, se volverá recíproco para mejorar el crecimiento de una relación sana.

El amor verdadero es admiración.

Amar es seducir, hacer la vida bonita a esa persona.