Karina Mejía Guerrero, candidata a diputada por el 14 Distrito Local Electoral de la coalición Va por Hidalgo, llamó a desterrar la corrupción, un cáncer que, subrayó, nos degrada como sociedad y que carcome nuestras expectativas de vida. Propuso leyes más eficaces para prevenirla y sancionarla.
Es cuestión de ética, de valores, de simplemente no permitir que a costa de muchos se enriquezcan ilícitamente pocos, sostuvo.
Y tan importante como desterrar la corrupción es dignificar la política, que legisladores y políticos dejemos de lado la demagogia cumplir a quienes nos depositan su confianza y, con ello, el presente y el futuro de sus familias, puntualizó.
En reuniones con vecinos, comerciantes, campesinos, mujeres y adultos mayores del distrito 14, que conforman Tula de Allende, Tlaxcoapan y Tlahuelilpan, la candidata de Va por Hidalgo subrayó la importancia de escuchar, de dialogar y de hacer compromisos y ofrecer resultados.
Así entiendo la política, señaló la candidata de Va por Hidalgo, coalición que conforman los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Encuentro Social Hidalgo (PESH).
Sí, acabar con la corrupción y dar valor a la palabra para dignificar nuestro actuar diario y quehacer político y que ello se traduzca en mejores oportunidades para nuestros jóvenes, para ofrecer una vejez digna a nuestros adultos mayores y vidas más plenas a nuestros hijos y para evitar todo tipo de abusos contra la mujer.
Mejía Guerrero solicitó dar sentido a nuestro voto este 6 de junio.
Hagámoslo más allá de individualismos, de diferencias de forma. Sobrepongamos a ello el fondo que es la convicción de construir un estado, un país diferente.
Aseguró que cuando llegue al Congreso del estado, si el voto ciudadano así lo decide, trabajará por reformar las leyes necesarias para prohibir el uso de dinero en efectivo en los tres niveles de gobierno para evitar la corrupción.
También en favor de una ley que limite las facultades del Ejecutivo para modificar en la práctica el destino de los recursos aprobados por el poder legislativo, así ́ como por fortalecer las auditorías para evitar la corrupción o el desvío de recursos.
El dinero es público y estamos obligados a cuidarlo y a rendir cuentas claras.
«No puede ser de otra forma», subrayó.
