El Día Internacional de la Mujer surgió de las actividades de los movimientos obreros a finales del siglo XIX en América del Norte y Europa. Se han celebrado hasta ahora cuatro conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo en 1975, Año Internacional de la Mujer.
En 1977 la Asamblea General de la ONU proclamó un Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, los estados miembros pueden celebrar cualquier día del año siguiendo su tradición histórica y nacional.
Este año 2016, el Día Internacional de las Mujeres ha tenido como tema «Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género», cómo acelerar la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
También ha abordado nuevos compromisos de los gobiernos bajo la iniciativa “Demos el paso” de ONU Mujeres y otros compromisos existentes en materia de igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los derechos humanos de las mujeres.
Hasta ahí todo parece que marcha bien; sin embargo, es evidente que, en varios aspectos relacionados con la igualdad de géneros, la realidad rebasa todavía los logros parciales alcanzados en los temas de pobreza, educación, equidad de género y reducción de la mortalidad infantil.
Por otra parte, es urgente prevenir a la sociedad sobre la simulación en la práctica de la igualdad y la equidad.
Los avances en materia política han permitido a México mejorar su posición en el ranking internacional de equidad; sin embargo, aún hay grandes incongruencias: por ejemplo, las candidaturas “grandes” se siguen reservando a los varones y las “chicas” para las mujeres, como ya puede irse viendo en los procesos internos de selección de candidatos, en todos los partidos, para las elecciones de este próximo junio de 2016.
De igual manera, se mantiene muy a la vista la inequidad en la participación de ellas en el ámbito laboral o en el terreno empresarial; ¿por qué no ha sido posible concretar medidas efectivas para disminuir la discriminación laboral por temas como el embarazo o la lactancia? ¿Por qué no se ha alcanzado a legislar la obligatoriedad de las empresas para que sus nóminas sean la mitad de mujeres y la mitad de hombres?
Simplemente, en materia de salarios las mujeres siguen percibiendo en México la mitad de lo que gana un hombre por el mismo trabajo.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que el INEGI publicó a finales de 2015, indica que en nuestro país 52 millones de personas trabajan, de los cuales 20 millones son mujeres y 32 millones son hombres.
Ellas deben enfrentar aún, en la realidad del campo laboral, desigualdad para alcanzar el mismo empleo, desigualdad en los salarios y muy limitada flexibilidad en temas como la maternidad y la familia.
Según estudios internacionales que comprenden 145 países, dentro de los cuales México ocupa el lugar 71 en brecha de género, las mujeres ganan 11 mil 357 dólares al año, mientras los varones ganan 23 347 dólares anuales.
Y si hablamos de trabajo en el gobierno, ellos suelen ganar 99.76 pesos por hora, mientras ellas apenas perciben 77.5 pesos por hora.
Finalmente, lo que se quiere hacer ver como liderazgo y capacidad emprendedora de las mujeres, pues dos de cada cinco pequeñas y medianas empresas son lideradas por mujeres, la realidad es que estas disparidades han obligado a las mujeres a emprender sus propios negocios, forzadas por el desempleo y los bajos salarios, como lo reconoce el propio Instituto Nacional de las Mujeres.
Este es el México del Día Internacional de las Mujeres 2016.