TULA, EN GRAVE RIESGO

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Por Fernando Ávila Báez

Se cierne sobre el municipio de Tula de Allende, Hidalgo, en México, el grave peligro de una descomposición social de la que difícilmente podría levantarse.

Se trata, nada menos, del tercer municipio en importancia para esta entidad federativa gobernada por un mandatario que casi iguala en popularidad al presidente de la República, según recientes mediciones (Motifsky, mayo 2020). 

Si las elecciones del 1 de julio de 2018 y los procesos locales subsecuentes dejaron a la población hidalguense (y en consecuencia a la de Tula) dividida por opiniones radicales frente al sistema que se fue y el sistema que no acaba de instaurarse, la pandemia está profundizando las brechas.

Mientras el mundo ha comenzado a retornar a las actividades ordinarias en Asia y en Europa, en América, particularmente en México, el padecimiento global que causa un coronavirus desconocido hasta ahora, SARS-COv2: COVID-19, está en su pico máximo de contagio.

Entre las razones principales de la crisis que se vive esta semana destaca que el gobierno federal tardó en reaccionar para prevenirse ante la llegada de la pandemia y hoy están en entredicho las cifras oficiales a ojos de propios y extraños.

Hidalgo es uno de los estados que se adelantó en acciones gubernamentales, pero la población tardó en comprender la gravedad del mal, y mantuvo su movilidad por encima del 50%, una de las más altas en el país: llegamos a 603 casos confirmados y a 102 defunciones.

Está en marcha una compleja batería de acciones que pretenden garantizar la estabilidad de la población en seguridad salud, empleo y desarrollo económico, y ha sido necesario reforzar las medidas para evitar que la gente salga de su casa.

En contraste, amplios sectores manifiestan inconformidad ante disposiciones como el “Hoy No Circula”, dado que miles de personas deben trasladarse para cumplir labores y asegurar el ingreso a diario.

No obstante, mientras las autoridades de todos los niveles hacen esfuerzos extraordinarios por imponer freno al riesgo de contagio, la gente -con una justificación o con otra, o con ninguna- se mantiene en la calle.

Habitantes de Tlaxcoapan -irritados por el alto costo del arrastre en grúa- recuperaron de corralón varios vehículos que habían sido remitidos por violar la restricción de circular, en tanto que una asociación en Tizayuca ha anunciado que se manifestará contra la medida.

En Tula, un comunicado que hizo público el 5 de mayo la asociación civil “Unidos Por Tula” en la que confluyen líderes de diversas corrientes política sy grupos sociales, suscrito por su fundador Noé Paredes Meza (a la sazón puntero en la contienda interna por la candidatura del PRI a la presidencia municipal) demanda al alcalde saliente Gadoth Tapia una explicación sobre los beneficios que reportaría al municipio haber aceptado el Hoy No Circula.

Lo haya hecho por iniciativa propia o por consejo de sus asesores, el manifiesto ha resultado una jugada inoportuna, es especial porque en un video difundido este 12 de mayo el propio mandatario estatal Omar Fayad defiende la medida restrictiva y llama enérgicamente a los hidalguenses a extremar las medidas preventivas.

La inminente inversión en el nuevo Parque La Tolteca en La Ciudad de Los Atlantes choca contra esta división social polarizada, que podría convertirse en un dolor de cabeza para el proceso de desarrollo en el que el propio empresario tiene intereses.