A propósito: ¿Cuánta agua tomas al día?

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Por: Anakaren Cerón Hernández

Para los seres vivos, el agua representa la mejor forma de hidratación y tiene como función, regular la temperatura corporal, realizar procesos metabólicos del organismo y posibilitar el transporte de nutrientes a las células y las sustancias de deshecho del organismo.

La pérdida de agua en el ser humano se da por la orina, las heces, el aire que espiran los pulmones, el vapor de agua que se pierde por la piel o sudor.

Además, bajo ciertas circunstancias se produce una mayor pérdida: como cuando se consume alcohol y cafeína, en altitud y temperatura elevada y humedad baja.

Las necesidades individuales de consumo de agua son muy variables y van a depender de factores como, el tamaño corporal, la actividad física, la temperatura, la humedad o si existe alguna enfermedad.

A pesar de que las necesidades son individuales, la recomendación general es un consumo mínimo de ocho vasos o dos litros al día; pero, como hemos dicho, dependerá de las características de cada persona.

 

El consumo de frutas y verduras ayuda a mantener un estado de hidratación óptimo, por lo que una alimentación rica en ese grupo de alimentos, más un consumo de ocho vasos de agua al día, nos permite mantener buen estado de hidratación.

La forma más sencilla en la que una persona puede averiguar si se encuentra hidratado, es por medio del color de la orina; entre más oscuro es el color, mayor el grado de deshidratación.

Tomando en cuenta que ciertos medicamentos, suplementos, enfermedades o alimentos como el betabel pueden ocasionar cambios en la coloración de la orina independientemente de la hidratación.

Los signos y síntomas de deshidratación son diferentes dependiendo el grado: la más leve comienza con sed ligera, después sed intensa acompañada de malestar y pérdida de apetito, el siguiente nivel es un deterioro del rendimiento físico, y va pasando por náuseas, dificultad para concentrarse, mareos, hasta llegar a la insuficiencia renal.

La deshidratación crónica se asocia con una disminución de las glándulas salivales, aumento del riesgo de litiasis renal, cáncer de colon, cáncer de mama y riesgo de obesidad infantil.

Es importante puntualizar que los bebés menores de seis meses no necesitan tomar agua, tés, jugos o refrescos; ya que la lactancia materna es para ellos su principal fuente de nutrientes e hidratación.

Para mantener un consumo adecuado de agua, puedes:

*Llevar una botella de agua a todos lados, así será más fácil llegar a los ocho vasos diarios

*Iniciar tus mañanas con un vaso de agua

*Tomar un vaso de agua antes de cada comida

*Incluir verduras en cada tiempo de comida

*Consumir por lo menos dos piezas de fruta al día

*Tener un vaso o recipiente con agua en la oficina o escritorio

*Tomar agua durante el ejercicio y al terminar

*Poner agua simple al alcance de todos en casa

*Al consumir agua de fruta o sabor no agregar azúcar

*Cambiar el vaso de refresco por uno de agua

*Poner una alarma o marcar el vaso para recordar la meta de consumo diaria

 

Nutrióloga y Educadora en Diabetes

Anakaren Cerón Hernández

Citas al 5564151647

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