TULA: LOS NOMBRES QUE SÍ APARECERÁN EN LAS BOLETAS ELECTORALES 2020

0
2217

El contexto.

El proceso.

El proceso electoral 2020 para renovar los 84 ayuntamientos de la entidad está en suspenso, una nueva fecha de votaciones dependerá de las conclusiones que vaya arrojando el Consejo de Salubridad General que a través de su secretariado técnico informa a diario la evolución del fenómeno en el país.

En coincidencia con el Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Estatal Electoral (IEEH), deberá fijar una nueva fecha que permita cumplir con todas las etapas del proceso que la ley considera (registros de candidatos, campañas, gastos, votaciones, impugnaciones, resoluciones de la autoridad judicial electoral).

Para asegurarse de que los nuevos integrantes de los cabildos, que sean electos, tomen posesión el 5 de septiembre, cuando los ediles salientes deben entregar el cargo conforme a las normas legales, se habla de la posibilidad de realizar la elección el domingo 26 de julio, el domingo 2 de agosto o el domingo 9 de agosto.

Si las condiciones de seguridad en salud u otra condición no lo permitieran, muy posiblemente el Congreso deberá asumir la tarea de designar a los integrantes de 84 Concejos Municipales, órganos de gobierno compuestos por ciudadanos de los municipios.

Esto abre un gran desafío para una legislatura local de muy bajo perfil, dominada por una mayoría morenista que a su vez opera dominada por el grupo acomodaticio que lidera Gerardo Sosa Castelán, que pasó de presionar al PRI para negociar con el PAN, con el PRD, con Movimiento Ciudadano y finalmente con Morena.

En su caso, serían los propios Concejos Municipales de administración, que atenderán los asuntos de los gobiernos municipales con recursos muy limitados, probablemente con escasa experiencia y corto alcance, los que convoquen la elección de alcaldes, síndicos y regidores.

Considerando que el proceso electoral federal de 2021 comienza con la instalación del Consejo General del INE en septiembre de 2020, la elección de nuevos cabildos empataría con las elecciones federales el domingo 5 de julio del año próximo: una elección concurrente.

Los actores.

En tanto, los partidos políticos -que continúan recibiendo las prerrogativas que la ley les otorga y sobre las cuales se les han aplicado las multas que tenían pendientes- continúan sus procesos internos.

La suspensión sirvió a todos para considerar en sus posibles postulaciones de candidatas y candidatos factores que en otros momentos no estarían a la vista, entre ellos la posible capacidad de reacción con liderazgo ante situaciones de riesgo medio o alto/muy alto para la población en general.

La pandemia por el COVID-19 ha dejado al descubierto extraordinarias potencialidades de liderazgo desarrolladas por algunos alcaldes y también ha dejado ver el muy triste espectáculo de alcaldes, síndicos y regidores que habían sido decorativos y hoy cobran como verdaderos inútiles.

Cualquiera que sea el nuevo escenario electoral estatal, en el municipio de Tula de Allende hay al menos nombres, personas, líderes que tienen (casi) asegurado un espacio en la boleta electoral.

El proceso interno del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), considerada la nueva primera fuerza política del municipio, del estado y del país le dio oxígeno puro para revisar la que ya se veía como la candidatura de Ricardo Raúl Baptista González en firme.

Siete de los ocho aspirantes integraron un grupo compacto que prepara su participación en cada una de las etapas del proceso como activos con liderazgo y que deben sortear todavía los escollos de la pugna entre morenistas radicales que reclaman las candidaturas sólo para los fundadores, José Antonio Vargas estaría adentro en la boleta, y los moderadores que aceptan la incorporación de aspirantes externos. Dos de ellos tienen un pie adentro de la planilla: Rocío Tirado Bañuelos, excandidata del PES a diputada federal, a la que los radicales le han “tirado” con todo, y José Alfredo Jiménez Ángeles, de los recién llegados que ha levantado expectativa entre morenistas y no morenistas.

Todo indica que la disputa será Morena vs. PRI, un tricolor que descansa sobre cuatro pilares: un amplio grupo de jóvenes de limitados liderazgos, aprendices de política con más ganas que oficio; el grupo del presidente municipal en funciones; el grupo del cuestionado ex presidente municipal Jaime Allende González, y el grupo de “los recomendados” (todas las piezas inservibles que Fernando Moctezuma Pereda colocó en las estructuras de gobierno durante su reinado y a los que encarga tareas, unas limpias otras no.           

Noé Paredes Meza (PRI). Si todo marcha como era el pronóstico de mayor probabilidad hasta antes de la pandemia, el empresario transportista estaría en la boleta como candidato a presidente municipal si se afinan los pendientes que quedaban hasta antes del 2 de abril en que serían registrados los candidatos del tricolor a las alcaldías. Se mantiene activo en redes sociales, en contacto con medios de comunicación, con un discurso (para algunos incomprensiblemente rebelde, en franca pugna con ciertos grupos populares) que deberá revisar y reorientar para persuadir a muchos indefinidos, jóvenes nuevos votantes, la renovada estructura del tricolor más lo que pueda rescatar de una cansada vieja guardia. Tiene un equipo multidisciplinario de estrategas trabajando para operar una virtual postulación, campaña y votaciones. Nada fácil.  

Alejandro Álvarez Cerón (PRI), actual secretario general municipal, terminó siendo el único y solitario alfil del grupo encabezado desde la alcaldía por Ismael Gadoth Tapia Benítez. Con la lógica del sistema que aún opera en el tricolor (siempre se conceden posiciones al grupo que se va), y de no salir postulado para la presidencia municipal, el joven médico quien ha mostrado buen potencial aparecería como suplente en la fórmula o como posible integrante del cabildo.   

Eduardo Cardoza Hernández (PRI), fundador de la asociación civil altruista Mamenhi -es la que ha registrado mayor y más consistente crecimiento bajo su lema “Por Una Mejor Comunidad”, a la que le está dando una intensa promoción en redes sociales y en medios de comunicación- terminó casualmente representando a varias corrientes internas de su partido, representa algunos votos dentro del sector duro tricolor, un pase para repetir como regidor o jugar como suplente en la fórmula por la presidencia, dependiendo de quien resultara ser el candidato propietario.

Manuel Hernández Badillo (PAN-PRD) estará en la boleta electoral por cuarta ocasión, esta vez como candidato a presidente municipal, a la cabeza de una planilla que deberá completarse entre amarillos y azules, entre estos últimos ha surgido una seria inconformidad por el “agandalle” de espacios en la planilla a favor de familiares de ciertos representantes de grupos o de corrientes internos, lo que no debe ser a cuenta de un Hernández Badillo que mantiene discreta presencia en redes sociales y en medios de comunicación, cuyo equipo mantiene desplegados operadores en todas y cada una de las 54 comunidades de Tula para hacer compromisos de apoyo; observadores siguen de cerca su crecimiento y le dan posibilidades reales de llegar a la alcaldía.   

Octavio Magaña Soto (PVEM) estará en la boleta electoral, es un hecho. Las descalificaciones y menosprecios de los priístas, a quienes dejó para subirse al barco de la alianza nacional Morena-PVEM, quedaron atrás y él mismo se ha encargado personalmente de acrecentar un capital que pondrá en juego, ya sea como candidato a presidente o por un lugar en la asamblea colegiado, para continuar vigente; en la cuarentena ha estado activo en redes sociales y operando una red de apoyo a la que se han sumado sus cercanos incondicionales y otros nuevos perfiles. Pero el paso por la elección municipal es apenas un alto en el camino hacia las federales de 2021, en donde volverá a jugar -ahora como propietario- por un sitio en el palacio legislativo de San Lázaro.

Ciro Reyes Moreno (PT) estará en la boleta como candidato a presidente municipal por el Partido del Trabajo, es el primero en promocionar a su ahora nuevo instituto político mediante la pinta genérica de bardas en varios puntos de la geografía municipal, se mantiene activo en redes sociales, escaso contacto con medios de comunicación. Los pronósticos más optimistas le dan alguna ganancia menor que le permitirá tener a un representante en el cabildo.