Hidalgo, en pie.

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Abril es para Hidalgo el mes de los grandes desafíos actuales. Una sociedad organizada, abierta, y un liderazgo institucional indiscutible van a facilitar que la entidad transite con éxito los siguientes días aciagos.

Imposible abordar cualquier tema de la realidad en los espacios de información, análisis y opinión pública, sin considerar el factor histórico que ha sido y es para la humanidad entera la pandemia del coronavirus COVID-19.

Omar Fayad Meneses, gobernador de Hidalgo, uno de los diez mandatarios estatales mejor evaluados en todo el país, volvió a demostrar la fuerza de su liderazgo.

Tal como lo hiciera en la tragedia de Tlahuelilpan en enero de 2018, actuó con inmediatez y firmeza al tomar medidas oportunas de amplia cobertura, sin escatimar recursos ni esfuerzos.

Esto valió que, nuevamente, los ojos de la población mexicana voltearan hacia Hidalgo, en donde el secretario de Hacienda, Arturo Herrera hiciera una reciente visita de supervisión de obras.

La amistad entre el gobernador Fayad y el presidente López Obrador llevó una vez más al primero como invitado a la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.

La instalación del hospital de respuesta inmediata para atender los casos de COVID-19, que fue puesto a disposición de gobierno federal, generó un tremendo impacto favorable en el prestigio de la entidad, donde marzo cerró con 12 casos confirmados y un deceso.

Al 15 de abril son 12 ya los fallecidos por este mal.

De igual forma, las medidas puestas en marcha para prevenir contagios, así como para apoyar la economía de los hidalguenses, confirmaron la visión del mandatario como una figura sobradamente responsable y comprometida.

Así llegó Hidalgo a Semana Santa 2020, una experiencia inédita en la que han sido cancelados todos los tradicionales eventos religiosos masivos, en la que los ritos pudieron seguirse mediante transmisiones en radio, televisión y redes sociales.

Del 9 al 12 de este mes, días en que miles de vacacionistas solían acudir a los balnearios, uno de los pilares de la actividad turística de la entidad, se vio un paisaje desierto, que además se ha teñido de sangre por la muerte de tres personas tras una riña entre bañistas y personal de seguridad del centro recreativo El Tephé, en Ixqmiquilpan.

Abril era, en otros tiempos de la historia hidalguense, un mes de profundo significado político, pues el día 1 se celebraba el informe anual de actividades del gobernador y en tiempos como estos, de proceso electoral, los analistas solían ver “señales” en el informe. No hay más.

En tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) resolvió posponer las elecciones municipales en Hidalgo, que tanto el Instituto Electoral del Estado de Hidalgo (IEEH) y los once partidos políticos que contienden por posiciones en los 84 cabildos de la entidad habían solicitado considerar, el calendario está en pausa.

De este modo, están firmes los candidatos y a las candidatas cuyos nombres aparecerán en las boletas electorales probablemente el último domingo de julio o el primer domingo de agosto, fechas en las que el país ya habrá superado el tramo de mayor contagio del coronavirus, de acuerdo con previsiones.

Otros ni siquiera saben que lo serán, y algunos que estaban «amarrados» tal vez no tendrán más ese chance. Así son las circunstancias.

Así las cosas en la vida real, en el hacer cotidiano de una entidad que se niega a cruzarse de brazos frente a la adversidad, que necesita y merece nuevas oportunidades. Honor al personal de salud, que ha sufrido pérdidas, que tiene contagios, que tiene heridos en su dignidad y que se mantiene en pie de lucha.

Nuevamente, como en cada etapa del devenir histórico, los medios de comunicación y sus trabajadores, estamos prestos para cumplir nuestra misión, al lado de la sociedad entera, con mirada en el desempeño de las instituciones públicas y de las personas a cargo de estas. Seguimos DeFrente.