Riesgos y enfermedades en primavera-verano. Cuídate en familia

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En el hemisferiorio norte ha comenzado formalmente la que los modistas y los vendedores de ilusiones llaman la “temporada primavera-verano”. Es la época ideal para salir al aire libre y ponerse en forma, renovar el compromiso con un estilo de vida saludable, disfrutar de la vida con la pareja, familia y amigos, así como para salir a vacacionar por las buenas condiciones climáticas. El calor es el protagonista de estos seis meses en los que se consumen más bebidas, se derrochan más energías, aparecen prendas más ligeras, y aparecen también nuevas enfermedades. En efecto, pese a ser símbolo de salud y bienestar, en esta época podemos toparnos con algunas cuantas enfermedades o infecciones, que pueden ir desde simples problemas digestivos, alergias y lesiones, hasta enfermedades crónico degenerativas. Infecciones de la piel causadas por bacterias y hongos, por lavarse o bañarse en aguas contaminadas, faringitis o rinitis por alergias o polen, pastos, cortezas de árboles, y productos lácteos o con miel. Asma bronquial o bronquitis alérgica aumentan por la abundancia de polen o polvo, afecciones gastrointestinales, como las disenterías por shigella, salmonella (SHIGELA SALMONELA) y escherichia (ESQUERIQUIA), por alimentos contaminados o por no lavarse las manos. Por el consumo de fruta contaminada, se pueden presentar casos de hepatitis viral. Deshidratación e insolación en niños y personas mayores de 50 años, es otro de los malestares que aparecen en este tiempo. Aumenta el riesgo de contraer el cólera o amebiasis por la ingesta de alimentos mal cocinados o descompuestos, procedentes del mar o de aguas dulces contaminadas con heces fecales. Aumentan las parasitosis por artrópodos como garrapatas, piojos, pulgas o chinches. Diversas lesiones en articulaciones y/o en la piel por traumatismos, sobreexposición al sol, cortaduras y fracturas o esguinces. Ante estos riesgos, a pesar de las advertencias de los especialistas, un 78 por ciento de los mexicanos una vez que hemos caído en alguna de estas enfermedades, se automedican, ya sa por falta de tiempo o por falta de dinero, con los riesgos que esto conlleva. Afortunadamente en la región de Tula ya se cuenta con servicios médicos públicos y privados muy competitivos, pero hay que pagar por ellos y no siempre la economía de la familia lo permite. Y es que la consulta al médico general en la región de Tula, va de los 50 a los 200 pesos, y si se trata de una consulta al especialista, hay que desembolsar entre 400 y 600 pesos. Si el paciente requiere traslado, el servicio de ambulancia más económico puede ser entre 500 y 800 pesos dentro de la misma ciudad, hasta 8 o 10 mil pesos si se requiere acudir a algún hospital de Pachuca o de la Ciudad de México. Y qué decir de la hospitalización, que en la Ciudad de los Atlantes va desde los dos mil pesos a los 8 mil y hasta a los 10 mil pesos por día, según la cínica en la que se interne el paciente, y desde luego según el tratamiento que requiera. Para esto hay que considerar que, si bien operan en Tula por lo menos una docena de farmacias que expenden en grandes cantidades medicamentos genéricos, en donde las recetas pueden surtirse por 50 o cien pesos, otros medicamentos puede requerir entre mil y hasta cinco mil pesos. Aun si los familiares deciden que el paciente se atienda en una institución pública, el hospital regional de Tula dispone de personal altamente calificado y con costos muy accesibles, a los que hay que sumar los traslados y los alimentos, dependiendo de donde procedan los interesados. Una familia con paciente en el hospital regional tiene que invertir en promedio unos dos mil a tres mil pesos. Para darnos una idea de los costos que implican los gastos médicos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer las tarifas que aplicarán en 2017 para todos aquellos que no son derecho habientes, pero desean atenderse en esta institución. Los precios abarcan desde la consulta de medicina familiar, curaciones, urgencias hasta consultas, estudios y procedimientos de especialidades. Para este año, la consulta de medicina familiar tendrá un costo de 674 pesos, (en 2016 costaba 631 pesos). El día de hospitalización cuesta 7 mil 256 pesos; un día de atención en Terapia Intensiva vale 34 mil 509 pesos, el cual representa el servicio más caro que ofrece el IMSS. Mientras que los estudios de laboratorio mantienen el precio de 99 pesos. Es evidente que con la llegada de la primavera también llegan riesgos para los que debemos estar preparados; pero, sobre todo, es indispensable que hagamos un gran esfuerzo de prevención, que nos permita ahorrar, o por lo menos no gastar en estos servicios. Hay una tarea que podemos hacer desde ahora mismo: vamos a cuidarnos en familia