Sufragio Efectivo y Reelección

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Por: Fernando Ávila Báez

México avanza históricamente hacia la disyuntiva histórica de optar entre elegir a un representante personal y de toda confianza del presidente o de plano lanzarse a confiarle directa y personalmente la tarea del poder ejecutivo por seis años más al propio Andrés Manuel López Obrador.

¿Que la Constitución no permite la reelección? Ese, con toda franqueza, no representa ningún problema para la actual versión de la República, con el acento puesto en la participación popular que hoy da no menos del setenta por ciento de respaldo a la gestión del jefe de la nación.

La historia de las democracias en el mundo, en nuestro continente y, claro, emocionadamente en América Latina, es muy nutrida de casos en los que el líder trasciende los límites del marco normativo para dar el paso hacia un lugar más protagónico en los libros de historia.

Nayib Bukele, presidente de El Salvador, del partido Nuevas Ideas, anunció hace tres semanas su intención de reelegirse en el cargo para el año 2024.

Una resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia emitida en septiembre del 2021 autoriza que Bukele pueda participar en los próximos comicios presidenciales.

Aunque el presidente mexicano ha insistido en que para 2024 irá a casa, hay muchas evidencias de que esto no será así, pues él es el responsable directo del proyecto de la 4T y su consolidación es inconcebible sin su participación directa.

Sus seguidores lo saben y ya trabajan en hacer ánimo social para que, llegado el momento, se hagan las propuestas y exigencias que sean necesarias, al costo que sea, para concretar la opción de mantener al presidente donde está. Al tiempo.