El Estado de Hidalgo, creado hace 150 años, ganó en las décadas recientes -lo que va del siglo veintiuno- un sitio como foco de atención nacional.
En el deporte, el arte, la educación, la cienca y la cultura, en la política, nombres de hidalguenses se ubican en sitios preponderantes de la realidad nacional.
El enorme desafío que representó para Hidalgo y para México la tragedia del viernes negro en Tlahuelilpan el 18 de enero de 2019, que arrojó al menos un centenar y medio de víctimas extremas, puso en el centro de la escena a la prensa regional del sur-occidente de la entidad.
Los periodistas de la región Tula-Tepeji, cubrieron con tal oportunidad y veracidad los hechos, que sus evidencias, sus testimonios y sus trabajos periodísticos en todos los géneros, fueron el ingrediente directo y principal en torno al cual informaron y opinaron los medios y los periodistas de mayor renombre nacional e internacional.
Para fortuna de todos, ninguno de los reporteros que vivieron la desgracia a centímetros de la muerte salió lastimado. La entidad tiene en ese pelotón de reporteros y fotógrafos la mejor prensa de toda su historia.
En ese contexto, la Revista DeFrente cumple sus primeros dieciséis años. Se trata de un medio de vanguardia que ha acompañado el crecimiento de la ciencia de la comunicación, a través de sus diversas formas prácticas, en la parte de la sociedad mexicana que habita el centro del país.
Abrevamos de las fuentes directas de los hechos y de los protagonistas, e incidimos en ellos. Igual en el ámbito de los espacios de formación educativa a todos los niveles que en el impulso al desarrollo humano, lo mismo en el crecimiento de las empresas y negocios como fuentes de empleo/ingreso que en la promoción de las causas sociales más sentidas.
Miles de lectores sumados día a día enriquecen el espectro de la gran familia DeFrente, en la que nos honran con su seriedad y compromiso los colaboradores más destacados, y los nobles patrocinadores que asocian sus marcas a nuestro prestigio que da confianza.
Son dieciséis años de periodismo para todos los sentidos, que comparte imagen fija y en movimiento, que se expresa en televisión como en internet, en radio como en puestos de revistas; un medio con una estructura de contenidos y con una columna vertebral capaces de adecuarse a los constantes cambios que la realidad exige e impone.
La función sustantiva de un medio de comunicación es acercar a la sociedad los contenidos que le permitan mantenerse objetiva y responsablemente informada, generar opinión e impulsar el cambio social.
Muchos son los medios que desarrollan esta función, alimentados por el trabajo comprometido de sus trabajadores, quienes hoy atraen reflectores con el prudente y discreto protagonismo que debe asistir al comunicador desde el lugar de los hechos.
De esta manera, la sociedad del estado de Hidalgo, en el centro del país, tiene un activo de notable valor en los espacios de expresión pública para encauzar demandas, forjar sustentadas opiniones, plantear propuestas específicas para superar los desafíos conjuntos.
En especial, ahora que el país ha comenzado a resentir los efectos de la instrumentación de nuevas medidas gubernamentales en temas delicados que se han impuesto a la fuerza en la agenda nacional, y en los que Hidalgo ha sido, es y seguirá siendo protagonista.