MÉXICO, LAS LECCIONES DE LOS ÓSCARES

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Lo que el Oscar nos dejó.

Por Ricardo Mayorga

Durante la entrega número noventa de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematografías, mejor conocidos como los premios Oscar, México tuvo un papel importante en cuanto a compatriotas que hicieron acto de presencia no sólo como asistentes, sino como parte del elenco de presentadores, realizando un performance frente al auditorio e incluso compitiendo y ganando alguna de las codiciadas estatuillas doradas.

Lo que llamó la atención de propios y extraños es que en las redes sociales como Twitter o Facebook, el público mexicano tomó un papel muy importante no sólo en ser tendencia con las menciones por la participación de artistas como Natalia Lafourcade o las 13 nominaciones de la película del director mexicano Guillermo del Toro “La Forma del Agua”. Más bien siendo críticos muy severos con nuestros propios connacionales.

Todo empezó en el evento previo a la ceremonia con el desfile de las luminarias y nominados por la famosa alfombra roja, donde se puede apreciar los atuendos que llevan en su mayoría de diseñadores de alta costura y también nacionales; donde los paparazzi y reporteros de todo el orbe buscan obtener la mejor imagen para las revistas y publicaciones on line de moda y estilo. Y la expectativa de ver a los mexicanos no nada más para aplaudirles, sino también para criticar de la peor manera.

Así pues llegó la alguna vez nominada a mejor actriz Salma Hayek con un vestido en tono lila con juego de pedrería, y de inmediato los ciber críticos comparándolo con una  cortina de la sala de una abuelita hasta asegurar que parecía vestido de la Lagunilla, menospreciando de paso a uno de los lugares emblemáticos de la Ciudad de México para obtener vestidos para bodas y fiestas de todos los precios.

Pero fueron aún más crueles cuando hizo acto de presencia Eiza González, con un vestido color amarillo de la casa de moda Ralph Lauren de casi 130 mil pesos, la cual lució con la gracia de una mujer de su edad.  Muchos mexicanos detrás de sus smartphones y el anonimato de sus cuentas de twitter se fueron como las hermanastras de Cenicienta contra la actriz, quien además presentaría los premios a mejor edición de sonido.

Lo triste aquí es, como se leyó en un tweet: “No cabe duda que el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano” y llovieron cientos de  los llamados memes “acabándose” el atuendo de la joven actriz quien dejó una carrera en las telenovelas y series mexicanas por perseguir un sueño de ser actriz en la gran Meca: Hollywood;  como lo hiciera en su momento la veracruzana Salma Hayek al irse de la televisión en su mejor momento.

Y ahí no paró la crítica en las redes, después prosiguió con Eugenio Derbez, quien también se ha ido abriendo paso en la industria fílmica, a quien con tal de criticar no pusieron atención a su mensaje (“en la tierra de los muertos no hay muros”) cuando presentó la canción nominada “Remember me” de la película Coco, basada en la tradición del día de muertos y producida por uno de los estudios americanos de mayor renombre a nivel internacional, PIXAR.

Con una clara alusión a la política migratoria del presidente norteamericano, quien insiste en construir un Muro en la frontera con nuestro país para frenar el tráfico de drogas (que ellos consumen) y armas que tristemente acá compramos.

El musical comenzó con el actor Gael García Bernal interpretando la parte inicial de la canción en su versión en inglés, seguido de una Natalia Lafurcade, demostrando lo grande que es la música regional mexicana, en un despliegue de color, mariachis, bailarines con el traje típico de Jalisco y calaveras por todos lados, México mostrando al mundo una de sus más bellos legados, nuestra fiesta a la vida y la muerte.

Pero los despiadados compatriotas se fueron sobre la yugular del joven actor al criticar fuertemente su manera de cantar, como si tuviesen los elementos de un maestro de canto para decir sí estaba o no afinado.

En lugar de resaltar la proyección de nuestra cultura y belleza de nuestro pueblo. Fueron dos minutos y medio en los que más de 30 millones de personas en todo el mundo, se deleitaron con una pequeña muestra de nuestra fiesta del día de los muertos.

Llegada la hora de la premiación a Mejor Película Extranjera Chile se llevó la estatuilla, “Una mujer fantástica” del cineasta Sebastián Lelio, hizo historia al llevarse el galardón igualando a Argentina como segundo país latinoamericano en ganar esta categoría. (Recordemos que “Amores Perros” de Alejandro González Iñárritu en 2001 no lo consiguió en su oportunidad).

La película cuenta la historia de un romance entre un hombre y una mujer transexual. Siendo este hecho de resaltar porque la actriz Daniela Vega es en realidad una mujer transexual (nacida hombre pero se identifica más con el sexo femenino) y fue la primera actriz en 90 años en esta premiación que se paraba en tan importante escenario.

Al momento de ganar el premio la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet publicó en su cuenta de twitter: “Mis mayores felicitaciones a todo el equipo de ‘Una Mujer Fantástica’. El premio, que nos llena de orgullo, no sólo reconoce a una película de gran calidad, sino a una historia de respeto por la diversidad que nos hace bien como país”. Un mensaje que sin duda representa el compromiso de una dirigente con su gente y a los logros de sus compatriotas.

Cosa que nos debería dar vergüenza, el sólo hecho de todo lo publicado y los memes creados para burlarnos de cómo iban vestidos o estar al pendiente de lo que fallaron nuestros compatriotas. Caso contrario cuando el director mexicano Guillermo del Toro se llevó el premio a Mejor Director, empezaron a convocar ir al Ángel a celebrar. Y cuando llegaron a la parte final de la ceremonia y la película “La forma del agua” se llevó el premio a Mejor Película la efervescencia nacionalista cobraba más fuerza.

¡Por favor! ¿Es posible ser tan doble cara, tan hipócritas, tan de tirar la piedra y esconder la mano? ¿Cómo explicarle al mundo y a quienes pudieron leer nuestros tweets que los mexicanos tenemos una cultura que nos daña como sociedad?

Somos criticones hasta más no poder, todo lo malo. ¿Por qué no podemos simplemente celebrar a compatriotas que la están haciendo fuera de nuestras fronteras?, ¿Por qué ese afán de menospreciar lo que un mexicano logra en cualquier ámbito?, ¿Hasta cuándo se nos va quitar este malinchismo?

Opino que la clave está en la educación que recibimos desde el hogar, mucha culpa igual la tenemos por el espíritu competitivo que existe en los hogares, donde el ganar siempre es mal visto por el que pierde. No sabemos perder y menos con uno de los nuestros. Escuchamos siempre que somos un país en vías de desarrollo y nos “prometen” que cada seis años lo vamos a lograr y seguimos estancados y, perdón, pero con esta ideología seguiremos estancados.

Tomemos un mejor ejemplo de países como Chile, donde al menos puede que apliquen el “Ganas tú, Ganamos Todos” y nos vamos olvidando del “Perdieron ellos” en lugar de aceptar que “Perdemos todos”. Salgamos juntos del balde, dejemos de ser los cangrejos que cuando uno va a salir de la cubeta los demás lo jalamos.

Sé que igual ninguno de los ganadores leerá esta reseña, pero al menos espero que quien lo pueda haga un ejercicio de reflexión y dejemos ya de tirarle la mala vibra a nuestra gente que se la está partiendo dentro y fuera de este hermoso país.

Celebremos lo bueno, Celebremos lo malo también. Una vez leí que “Si así como le exigimos a los seleccionados de Futbol les exigiéramos a los gobernantes, otro gallo nos cantaría”.  Hasta la próxima.