Por Fernando Ávila Báez
Salvador Jiménez Calzadilla, el presidente municipal número 25 de la era moderna (a partir de 1964), podría ser o no el último alcalde surgido del PRI en el municipio.
Tras renunciar al tricolor justo hace un mes, el 24 de junio pasado, el propio Jiménez Calzadilla pasa a acreditarse el liderato de su fuerza política, que en lo estrictamente local, representa más de los que muchos de sus pares podrían decir que tienen en sus municipios.
Esto le da la ventaja de negociar, si fuera el caso, o de presionar el proceso electoral de junio de 2024, si se requiriera.
Aunque no está libre de señalamientos por parte de sus opositores respecto a los procedimientos y resultados de su administración, el presidente tiene mucho control entre los principales cuadros organizados de participación política. Sin duda, ha salido mejor operador que sus antecesores.
Olfato y astucia han sido los atributos con los que, a tiempo, supo acogerse al criterio de oportunidad en el caso de “La Estafa Siniestra”, faena que se redondeó con su separación del partido que, si bien le dio la candidatura en su momento, también lo apretó y lo llevó al escenario de dejarlo fuera de la contienda por la presidencia municipal en 2020.
Salvador Jiménez encontró la forma de plantear al gobierno estatal entrante las condiciones en que se encontraba una cantidad de dinero depositada en cuentas del gobierno municipal derivada de operaciones que realizó el entonces titular de la Contraloría estatal César Román Mora, quien tomó en muchos sentidos a Tepeji del Río como su base de operaciones consentida para dirigir casos que involucraron (ahora se sabe) a otros municipios, cercanos y distantes.
Como pocos, el mandatario se ubica como actor principalísimo dentro de los actuales procesos que viven la localidad, la región sur del estado de Hidalgo y el centro del país.
Ha sido capaz de consolidar un gobierno en el que no solamente brilla él, a cargo de la primera posición, sino que ha permitido el lucimiento de otros de sus colaboradores.
Su administración entra a la recta final con un número consistente de perfiles que muy bien podrían ser postulados a sucederlo en la alcaldía; su caballada está gorda.
Los acontecimientos al rededor, como el arribo de la alternancia partidista al gobierno del estado o el posicionamiento de otras figuras opuestas al proyecto del PRI en el municipio, no está bajo su control; Chava Jiménez entrega una baraja amplia de opciones para postular candidata o candidato a encabezar el siguiente ayuntamiento.
Al mismo tiempo, esos acontecimientos han servido para que emerjan nuevas figuras o se consoliden otras que ya vienen bregando, de manera que el sistema político local cuenta suficientes proyectos y aspirantes que no tienen desperdicio alguno.
Omar Bravo Bárcenas parece ser el puntero en una contienda interna de la que no se habla porque hoy ya no existe un partido al que ellos pertenezcan, así que la carrera está en zona neutra y la disputa es por igual en el terreno, casa por casa, calle por calle, como en el impredecible mundo digital
Javier Silva Chávez, actual secretario general municipal, quien registra cierto crecimiento y ha intensificado su activismo tanto en territorio como en espacios de comunicación.
Maximino Jiménez López, director del CBTIS 200, se ha mantenido vigente y ha cobrado relevancia por los eventos institucionales que ha organizado o en los que ha participado, por la abierta cercanía que muestra con actores de primera línea en la administración y en el proyecto político estatal.
La expresión con mayor consistencia dentro del morenismo tepejano está compuesta por fundadores y nuevos aliados, quienes lograron consolidar una estructura con la que pasaron muy bien la prueba de las elecciones locales en junio 2022, Gabriel Pérez y Aldo Meza son nombres que hoy están en las listas; este último hará la apuesta en firme por la candidatura para la alcaldía.
Aletzy Reyes López, presidenta del DIF municipal se convierte en la carta más fuerte si se tratara de proponer a alguien del género femenino sin vínculos rígidos con algún grupo político, y sí con reconocimiento de todos los sectores de la población, dado su eficiente desempeño.
Tania Valdez Cuéllar actual diputada local (PT) está en la cómoda postura de competir por su propia reelección u optar por disputar la candidatura de Morena para la alcaldía.
Álvaro Miranda Pineda protagoniza hoy el liderato más consistente de las expresiones políticas y partidistas del municipio, bajo el color naranja de Movimiento Ciudadano.
La joven ex candidata a diputada federal Irene Soto no ha definido públicamente su permanencia o separación del partido que la postuló, pero podría recibir aliento para disputar nuevamente una posición en el ayuntamiento.
Noemí Zitle Rivas sería la carta que juegue el denominado Grupo Universidad, que -según se sabe- ya prepara el paquete de sus propuestas de participación en todos los sentidos que implica un proceso como el de 2024.
Tepeji del Río, estratégico en su ubicación, justo entre los estados de México y Querétaro, este lugar que tiene historia, cultura y tradición ha configurado un sistema político basado en una fuerte identidad de sus habitantes entre sí y con los emblemas de su tierra.
De profundas raíces indígenas, con una arraigada mixtura de expresiones religiosas, asiento de los primeros asentamientos industriales en el ramo textil, es hoy un moderno municipio que aporta un porcentaje muy relevante en el ingreso bruto anual de la entidad hidalguense, camina hacia el proceso electoral de junio de 2024, “la madre de todas las elecciones”.