Tiempo de informes

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Por Fernando Alfonso Ávila Hernández

Este domingo 1 de septiembre de 2019, a las 11 horas, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, emitirá desde el palacio nacional un mensaje a la nación, con motivo de su primer informe de gobierno.

Para “hacer ambiente”, la presidencia ha desplegado desde el 25 de agosto una campaña con spots de radio y televisión en los que el propio mandatario destaca, bajo el principio de “soy un hombre de palabra”, los compromisos que han sido cumplidos en los doce primeros meses de su gestión.

El mandatario número 65 en la historia del país enviará al Congreso su informe por escrito, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, será la responsable de entregar el documento a la Cámara de Diputados, a las cinco de la tarde.

En general, hay expectativa en el país sobre el contenido del mensaje y del propio informe, considerando que las vertientes principales de la denominada Cuarta Transformación, después de la Independencia, la Reforma y la Revolución, se han convertido en auténticos desafíos históricos.

Para México y para los estados del país, la lucha contra la corrupción, la creciente amenaza múltiple contra la seguridad, la influencia de la economía internacional en el sistema productivo y financiero del país, y la urgencia de ordenar el sistema de salud, están hoy al centro del análisis.

Para el analista político Raúl Rodríguez Cortés, el primer año de gobierno del presidente López Obrador -quien en noviembre próximo cumplirá 66 años- está cargado de símbolos, que preceden a los grandes cambios nacionales en gestación: mudarse de Los Pinos, suprimir el Estado Mayor, vender el avión presidencial, cancelar el aeropuerto de Texcoco, reducir los desorbitantes sueldos de la alta burocracia, aumentar los salarios mínimos, perseguir a los corruptos, transferir fondos millonarios a los programas sociales.

Andrés Manuel López Obrador llega a su primer informe de gobierno, como ningún otro de sus antecesores, con 69% de aprobación y con la certeza de un 60% que cree que el país va a mejorar el resto del sexenio, frente al 21 % que opina que todo seguirá igual y apenas un 13% que considera que las cosas empeorarán.

Mientras tanto, en las cámaras del Congreso, los senadores y diputados atestiguan o protagonizan lo que parece ser la gestación de una nueva hegemonía de partido que, por el momento, atraviesa dentro del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el partido del presidente, una crisis por la lucha interna de poder, que entorpece su marcha.

Luego de amenazar con renunciar a Morena si este partido traiciona sus ideales, en reunión del propio López Obrador con sus fracciones parlamentarias, se acordó que el nuevo dirigente nacional sea electo mediante una encuesta y que la fecha para la consulta sobre la revocación del mandato se mueva al 20 de noviembre de 2021, después de las elecciones federales.

Para nuestra entidad, con cuyo gobierno el presidente de la República se ha declarado abiertamente en armonía, pues “nos llevamos bien con el gobernador de Hidalgo”, ha dicho en una de sus múltiples visitas, septiembre es también tiempo de informes.

Este jueves 29 se lanzó la campaña promocional del tercer informe de la gestión de Omar Fayad Meneses, con spots en los que el mandatario estatal dice: “se tenía que hacer y se hizo”.

Se prevé que sea el secretario de gobierno Simón Vargas Aguilar quien entregue al Congreso el informe de 87 páginas que será verificable, basado en indicadores y en el sistema de información y monitoreo.

Tanto la entrega al legislativo como el mensaje que se espera emita el gobernador Omar Fayad estarán marcados por ceremonias austeras, se ha informado.

En Hidalgo, por cierto, el Congreso -órgano en proceso de aprendizaje que ha trastabillado en el escenario público más de una vez- aprobó apenas la última semana de agosto la reforma política para la entidad, que regirá las elecciones de ayuntamientos y diputados locales en 2020, y que deberá ser publicada por el Poder Ejecutivo antes del 15 de septiembre.

El hecho se inscribe en la nueva realidad estatal, en donde los 84 alcaldes que encabezan igual número de ayuntamientos, presentarán a su vez el penúltimo de sus informes también en septiembre y, con ello, en medio de un comprensible desgaste, abrirán la cuenta regresiva para el proceso de renovación de los gobiernos municipales.

Así las cosas, ya viene septiembre el Mes Patrio, tiempo de informes.