Por Fernando Ávila Báez
Una vez que ha sido trazada la ruta de retorno a la “nueva normalidad”, que deberá cumplirse en tres fases distintas y que en Hidalgo probablemente se desfase un poco, es indispensable que las personas comunes construyamos los escenarios en los que nos moveremos en las semanas siguientes.
El de la salud seguirá siendo el aspecto más importante a cuidar, por lo que -aun en situaciones de movilidad ordinaria: transporte público saturado, sitios públicos abarrotados- serán aplicables las medidas de prevención como el lavado constante de manos y guardar distancia, básicamente.
El de la seguridad continuará en la agenda social de los hidalguenses, como en la de todos los mexicanos, pues el complejo fenómeno de la delincuencia sigue en ascenso.
Tras las muy lamentables pérdidas humanas y el decaimiento de las finanzas familiares, se va a requerir multiplicar el esfuerzo en busca de una pronta recuperación del ingreso, por lo que vienen bien las medidas gubernamentales -en lo federal y en lo estatal- para empleos y alicientes a emprendedores y empresarios.
Y el otro gran pendiente que deberá resolverse sin alterar los tiempos que están previstos por la ley en cuanto al inicio de los nuevos gobiernos municipales es el de las elecciones de ayuntamientos, que ya no fue posible el domingo 7 de junio.
Dado que no hay garantías para la negociación cordial entre el poder ejecutivo y el poder legislativo (al que las “fallas de origen” le han impedido articularse para una tarea tan trascendente como esta), que se requeriría en caso de que hubiera que designar 84 concejos municipales.
Se antoja complicado que, tras una muy posiblemente accidentada formación de estos órganos administrativos, sus integrantes fueran capaces de conducir en unos meses con limitados recursos los asuntos del gobierno municipal y coordinar los preparativos para una elección local que tendría que ser concurrente con la federal en julio de 2021.
Todo indica, pues, que el domingo 2 de agosto de 2020 habrá votaciones para nuevos presidentes municipales.
La meta específica es llegar con todas las etapas cumplidas conforme a lo que dicta la legislación electoral y permitir que los relevos en los municipios asuman el poder el 4 de septiembre de este mismo año.
En todo esto, el factor principal que incidirá en este proceso inédito es el peso político del mandatario estatal, no solo por las opiniones institucionales que pueda aportar dentro de su partido, sino por el fenómeno que se ha generado en el imaginario social: “el efecto Fayad”.
El oficio de Omar Fayad Meneses no solamente lo tiene entre los seis mandatarios estatales mejor evaluados, sino que los estudios dados a conocer estos días de mayo a propósito de las formas de enfrentar el tema de la pandemia en las entidades federativas, lo ubica muy cerca de la popularidad de su amigo el presidente Andrés Manuel López Obrador en Hidalgo, ambos han dicho públicamente que lo son.
