No dudo del amor por su municipio y la pasión por la política que vive cada uno de los 30 aspirantes a la Presidencia Municipal de Tula de Allende, pero sí me nacen dudas muy genuinas -y, de paso, sustentadas- de sus capacidades de liderazgo para administrar y operar un municipio tan complejo como éste.
El principio es muy básico para considerarlo; piense conmigo: si algunos no han sido capaces de hacer funcionar satisfactoriamente una unidad de negocio, una oficina gubernamental, un despacho, un matrimonio o una familia, ¿de dónde sacan que son capaces de administrar un municipio como Tula?
A continuación, enlisto solo cinco de los innumerables retos que habrá de afrontar nuestro próximo flamante presidente.
1. La recomposición de las filas políticas
De manera natural, luego de un proceso electoral, las aguas se agitan, las fuerzas políticas sufren desgastes que, se gane o se pierda, dejan a los ejércitos cansados y en muchos casos, heridos.
En el entendido de que a partir del primer día de la nueva administración, se deberá “gobernar para todos”, sin importar preferencias de ningún tipo, una de las primeras tareas del nuevo líder es la de la conciliación, el diálogo y el consenso.
Y es que a ningún presidente municipal le conviene, como tampoco a la sociedad, que la nueva etapa de la administración comience en medio de la inconformidad y los efectos de las fuerzas políticas heridas.
Porque, lo más difícil en materia política no es lo que se observa, sino lo que no podemos ver. Se trata de una red -más bien una telaraña- de intereses y poder que son una complicación cotidiana y desgastante para los mandatarios. De eso se habla poco pero termina por ser factor determinante en los pobres desempeños de los gobiernos más recientes.
La historia nos indica que quien no hizo bien la tarea en ese proceso, ganó desde ese momento una fuerza antagónica que significó complicaciones serias durante todo el mandato. Llamar a la unidad se dice fácil, pero lograrlo, no cualquiera.
2. La seguridad pública, más allá de la policía
El reto más importante para todo mandatario, de cualquier nivel, en México.
El nuevo presidente llegará a encabezar una corporación policiaca local que no ha logrado cumplir con el número de elementos que se requieren para atender las necesidades municipales, con serias complicaciones en materia de aprobación de exámenes de control de confianza, y con fuerzas internas con diferencias entre sí.
Si ya es complicado el escenario interno, afuera, en las calles y en las comunidades, habrá que poner en orden a las bandas dedicadas al narcomenudeo, robo de autos, robo a casa habitación, y otros ilícitos de mayor impacto. La cercanía con el estado de México y su delincuencia, que con cierta frecuencia visita esta capital tolteca, además de los remanentes del huachicoleo, también son temas que se deberán atender con transparencia, inteligencia, y altura.
Y entre los retos mayúsculos dentro de esta área se encuentra el de trabajar en lo social para convencer a la gente de que la seguridad se genera entre todos más allá de armas y patrullas.
El impulso de estrategias sociales paralelas que contribuyan a contrarrestar los efectos del delito en las comunidades y barrios es prácticamente invisible. En esas acciones se encuentra el epicentro desde donde se debe sembrar un municipio seguro con raíces fuertes.
Ya, en serio, para los aspirantes: ¿son capaces de atender y resolver esto?
3. La contaminación y las promesas que no se cumplirán
El electorado no escuchará cosas nuevas, lo adelanto. Se seguirán mencionando discursos viejos y desgastados, con promesas y propuestas que no se cumplirán. Así ha sido desde la década de los 70.
De tal manera que deberemos estar preparados para posturas generales como: vamos a hacer desde lo local que se garanticen sanciones más severas para industrias que contaminen por encima de lo permitido, haremos las gestiones pertinentes para “tratar” el agua de la Presa Endhó (algunos dirán que la sanearán por completo y otros hasta dirán que la convertirán en un destino turístico paradisíaco o un excelente sitio para invertir en bienes raíces), plantaremos arbolitos, propondremos un programa de reciclaje… bah! Lo que se ha dicho siempre, lo que no se ha cumplido nunca.
Una refinería, una termoeléctrica, una cementera, una presa considerada como la cloaca más grande del mundo, el Río Tula, el serio incremento de automóviles en la ciudad, la falta de cultura para tirar la basura donde se debe, el problema que ha significado históricamente el Relleno Sanitario Regional. Conflictos y retos gigantes, para una tierra de gigantes, con aspirantes ¿gigantes?
4. Comercio y Turismo
Es una de esas áreas que parecieran nobles, muy fáciles de atender y transformar, pero están sumamente contaminadas por grupos de poder e intereses añejos.
De cajón: terminar con el conflicto que representa para Tula el comercio ambulante, ordenar al comercio formal, integrar un equipo confiable en Reglamentos y Espectáculos, transparentar la operación de giros rojos.
Por otra parte, dar continuidad a los exitosos programas con los que poco a poco ha ido avanzando el turismo en Tula, desechar los que no, y resolver los dos grandes retos en el área, con los que no han podido las administraciones recientes: activar el Andador Turístico Quetzalcoatl -y por tanto la puerta sur de la Zona Arqueológica- y hacer que funcione como debe la Plaza de las Artesanías.
Se ve atractivo, se ve fácil, pero ¡no lo es tanto!
5. Atender a grupos vulnerables antes del conflicto
Le urge a Tula contar con nuevos e innovadores programas permanentes de atención a grupos vulnerables, así como infraestructura para su desarrollo, específicamente para niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores.
Si bien es cierto que se notan importantes avances para la atención de este sector al ser vulnerado, el reto principal es atenderles antes de que resulten con afectaciones. Dicen que la calidad de un gobierno o de una sociedad se nota con el trato que reciben estos grupos.
Espacios de sano esparcimiento, para el desarrollo del deporte y las artes, el emprendimiento, casas de día para adultos mayores, estímulos para estudiantes, son pendientes de Tula; sitios que toda ciudad debería tener para garantizar mejor calidad de vida para todos.
¿Quién de los actuales aspirantes a la Presidencia Municipal de Tula puede resolver estos enormes retos que tienen nuestro querido municipio? Conflictos y retos gigantes, para una tierra de gigantes, con aspirantes ¿gigantes?